CUANDO MUERA

Si es que en España muero,

solo quiero

que mis cenizas,

las esparzas en el mar,

protegidas por el coral,

de tu mágica sonrisa.

¡Si muero solo quiero, que me dediques una risa!

Si muero primero,

solo quiero,

que mi imagen perdure

en tus recuerdos,

y en los besos que maduré,

bajo el calor de tu cuerpo.

¡Si muero solo quiero que siempre me recuerdes!

Cuando mi espíritu tranquilo suba,

y se desplace por el cielo, o el ancho mar,

hasta aparecer de nuevo en Cuba,

quiero que a la orilla de un palmar,

pongan a mi memoria agua, vela, café , ron,

y que toquen un sabroso son,

para que todos puedan bailar.

¡A la orilla de un palmar, música, luz, café y ron!

Donde quiera que yo muera,

ante todo, pedir quisiera,

que, en mi ficticia tumba,

me dediquen una rumba,

con cajones o un Ilu batá de fundamento,

para que, en ese preciso momento,

mi espíritu feliz pueda viajar,

hacía los astros celestiales,

y junto a la de otros restos mortales,

descansar finalmente en paz.

¡Cuando llegue a Cuba quiero, Cajones, Rumba, Omiero, Irawó, y Batá!.

                     ¡No pido nada más!

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