I.- MIS QUERIDOS LECTORES

Por los caminos de Lledías

El viaje que les relato

Llega a mi imaginación

Con la más sentida emoción

Que trae un recuerdo grato.

Es por lo que ahora trato

De unir cabos pertinentes,

Para que todas las gentes

Que le interese mi historia,

Repasen esta memoria

Siendo críticos prudentes.

CONTINUACIÓN: «LLEDÍAS, PRECIOSO VERGEL

II.- LLEDÍAS PRECIOSO VERGEL

Por los caminos de Lledías

Veinte versos tal vez son

Cortos para describir,

Lo que aquí quiero decir

Dado por mi corazón.

Aquí expreso la razón

En este blanco papel,

No basa como broquel

La sátira, ni el desprecio,

Sobre mi notorio aprecio

A este precioso vergel.

CONTINUACIÓN: «MOCHILERO EMIGRANTE»

III.- MOCHILERO EMIGRANTE

Por los camino de Lledías

Yo soy de los mochileros

   Que busco en la naturaleza,

La más mínima sorpresa

Entre cerros y potreros.

Ciertos lugares cimeros

No los pude recorrer,

Más me aventuré en hacer

Unas largas travesías,

Por caminos de Lledías

Que me empeñé en conocer.

CONTINUACIÓN: «VIGILANTES DEL BOSQUE»

VI.- POR UNA CALEYA AGRESTE

Por los caminos de Lledías

Me interné en una caleya

Reducida, pedregosa,

Y también algo fangosa

Que me costó salir de ella.

Un pájaro con su trino

Me cantó la bienvenida,

Mis pisadas enseguida

Le dieron ritmo al lugar,

Incluso, si solía pisar

La hoja de un árbol caída. 

CONTINUACIÓN: «EL PAISAJE DE LLEDÍAS»

VII.- EL PAISAJE DE LLEDÍAS

Por los caminos de Lledías

Pasé seguro, sin prisa

Mirando la hermosura,

Que la asturiana natura

Ante mí, afectuosa se iza.

 

En su entorno se divisa

Cielo azul, campiñas verdes,

Que originan que recuerdes

Sus matices, sus contrastes,

Y los distintos empastes

Para que todo concuerde.

CONTINUACIÓN: «CAMINO A LA PANADERÍA»

VIII.- CAMINO A LA PANADERÍA

Por los caminos de Lledías

Otra vía, no pensada

Me trasladó hasta el asfalto,

Y tuve que hacer un alto

Para seguir la jornada.

Esta pausa inesperada

En mi prematuro viaje,

Disté, salvando el follaje

Una panadería humeante,

Me hizo cambiar el semblante

Y la tomé por abordaje.

CONTINUACIÓN: «LA PANADERA SONRIENTE»

IX.- LA PANADERA SONRIENTE

Por los caminos de Lledías

1

La señora, por supuesto

Por mí era bien conocida,

Y la mujer enseguida

Me saludó con buen gesto.

Se levantó de su puesto

Me preguntó que quería,

Y mostrando mi alegría

visible en toda mi cara,

Le pedí que me embazara

un poco de bollería.

2.- Bollos para el camino

Un panecillo pequeño

Le salía de su seno

Un olor sabroso y pleno

Del que rápido me adueño.

Puse personal empeño

Para que más me vendiera.

No hizo falta que le diera

Un sermón, ella sabía,

Que a comer me atrevería

A todos los que me diera.

CONTINUACIÓN: «OTRA ZONA DE LLEDÍAS»

X.- OTRA ZONA DE LLEDÍAS

Por los caminos de Lledías

Sin embargo, no fui lejos,

Porque bien resultó ser,

Que no conseguí acceder

A otra zona del complejo.

Alcé la vista y perplejo

Veo una montaña esbelta,

Pero una muralla suelta

Con ramas cortó el camino

Y truncado mi destino

Decidí darme la vuelta.

X.1.- En busca de un molino fui

Después, del revés seguí

No llevaba ruta fija,

Cargando con la valija

Muy pesada sobre mí.

En el tramo conseguí

Darle claror a mi mente,

Logrado por el ambiente

Musical que me llegaba,

Porque un molino cantaba

Al compás de su corriente.

X.2.- Cuando al molino llegué

El molino de Lledías.

Miré al molino parado

No movía ni un madero

Era como un barco entero

En su puerto zozobrado.

Su aspecto bien mejorado

Buena presencia ofrecía,

Al punto que parecía

Que en su remodelación,

Alguien puso su atención

Por el valor que tenía.

CONTINUACIÓN: «EL MOLINO ES PARTICULAR»

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar